Hace varios meses que no visitaba el blog, entre la escuela, los problemas familiares y ¿por que no? los existenciales, dejé de prestarle atención. ¿Es esto mi regreso? No lo se, pero mientras lo decido chequen este perfecto ejemplo de como un Diagrama de Venn puede ser realmente útil (aunque no lo aparente)y ayudarnos a descubrir que ciertas personas... no son lo que aparentan. Sólo (¿o solo?... maldita RAE) espero no herir suceptibilidades.
Nota: La imágen no es de mi autoría, la encontre vagando por internet. Por lo tanto yo no cometí ese garrafal error de ortografía por el que seguramente decidiste suicidarte, tranquil@, recucita.
-Tico
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